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Hilda García

12/11/2013 - 12:00 am

Violencia contra la mujer

Esa semana, las Premio Nobel de la Paz Jody William y Rigoberta Menchú, entregaron a Miriam Cárdenas Cantú, la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados, un informe por demás desalentador para quienes creemos en los derechos cívicos. De acuerdo con el reporte, los feminicidios en México han aumentado en […]

Esa semana, las Premio Nobel de la Paz Jody William y Rigoberta Menchú, entregaron a Miriam Cárdenas Cantú, la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados, un informe por demás desalentador para quienes creemos en los derechos cívicos. De acuerdo con el reporte, los feminicidios en México han aumentado en un 40 por ciento desde 2006.

El informe, presentado por la Asociación por lo Justo (JASS), el Centro de Derechos Humanos de La Montaña (Tlachinollan, A.C.) y el Consorcio para el Diálogo Parlamentario y la Equidad, puso de manifiesto que no hemos avanzado en materia cívica, y que la desigualdad de género y las violaciones a los derechos humanos en nuestro país siguen más que presentes en la vida cotidiana.

Pero o estamos en marzo –el llamado mes de las mujeres– para recordar nuestros derechos. Tampoco es una fecha especial, porque no se necesita marcar el calendario con los buenos propósitos o con los días de… Sin embargo, sí es un día para rescatar de los periódicos, y de los reportes internacionales, lo que está ocurriendo en México en cuanto a la violencia de género. No pueden pasar como notas del día y después quedar sin seguimiento.

Cuando se piensa en el maltrato y violencia contra las mujeres, es muy común ubicar el tema en algunas sociedades como la India, en los países árabes, o en África. Y quizá, desde ahí comienza el problema.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) señaló en un estudio, que el 47 por ciento de las mujeres en México sufren de violencia física y/o sexual a lo largo de su vida, mientras que en países como Canadá, este mismo indicador es de apenas 6 por ciento. Además, la OCDE afirma que en los 12 meses anteriores de realizada su encuesta, un 40 por ciento de las mujeres mexicanas reportaron algún abuso, mientras que en la República Eslovaca fue el 12, en Turquía 14, y en la India un 24 por ciento.

A veces pensamos que todo les pasa a los demás y no vemos nuestra propia realidad. La violencia contra las mujeres es cotidiana, real, permanente y su expresión máxima son los feminicidios que van en aumento dentro en nuestro país.

Incluso, cuando era noticia el tema de las muertas de Juárez, se hablaba de algo lejano, en la frontera. Pero en realidad, es algo cotidiano, y en todo el país. Conforme avanza la violencia, se extiende a mujeres, y más recientemente, a niños.

El reporte hecho por las Premio Nobel de la Paz, no es el único que habla de lo que pasa en México. De acuerdo con los casos documentados por la organización Las Libres y el Centro de Derechos Humanos Victoria Diez, el estado de Guanajuato, por ejemplo, se ubicó en el primer lugar en feminicidios a nivel nacional, al registrar 63 asesinatos de mujeres en 2013, por arriba del estado de Chihuahua con 38, y del Estado de México con 56.

Se estima que en la entidad ha habido ya 500 feminicidios, de 2000 la fecha, y se observa un aumento de jóvenes y niñas privadas de la vida con extrema violencia.

Como ejemplo, tuvimos dos casos representativos. Primero fue el de Laura Patricia Vázquez Aguilar, quien fue asesinada por su esposo, Miguel Ángel Castro Rocha, a pesar de que en tres ocasiones acudió al Ministerio Público para denunciarlo por violencia intrafamiliar. Aunque el crimen se cometió a finales de septiembre pasado, la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) lo hizo público apenas el 1 de octubre, tras dar a conocer el arresto del supuesto asesino.

El otro caso es el de Lucero, la joven que fue golpeada por negarse a tener relaciones sexuales con un conocido que se ofreció a llevarla a su casa, y al que el juez dejó en libertad porque aparentemente no representa un peligro para la joven.

Asimismo, esta semana en Ecatepec, se convocó a una marcha para protestar contra la ola de violencia y feminicidios. Según cifras oficiales, es justo este municipio el de mayor violencia contra las mujeres en todo el país.

De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), del 2007 al 2011, en Ecatepec se registraron mil 318 asesinatos de mujeres, cifra que se elevó en los últimos años en un 14.5 por ciento.  Sin embargo, el problema no es Guanajuato como estado o Ecatepec como municipio.

La violencia contra las mujeres, sea física, verbal, psicológica se ha generalizado en el país, y las víctimas no han encontrado protección cuando se están en situación de peligro, y mucho menos parece que haya justicia en las instancias, tanto locales como estatales.

Los golpes, insultos, comentarios misóginos, la obligación a tener relaciones sexuales con sus respectivas parejas y sus no parejas, así como las desapariciones forzadas, no son suficientes muchas veces para establecer políticas públicas, o para que cuando haya una denuncia se investigue, se les cuide y apoye. En las procuradurías no se les hace caso a quienes piden protección contra sus maridos o ex parejas.

Al contrario, hay una total impunidad contra los agresores, y por más campañas que se hacen para que las mujeres se protejan o aprendan a ejercer sus derechos, y denuncien cualquier amedrentamiento, la justicia no se aplica.

Bueno, pareciera que no se aplica para muchos ya en el país, y mucho menos para las mujeres. A la vez, no puede haber políticas públicas claras, ni la aplicación de alertas de género, cuando los mismos gobiernos a nivel local y estatal no se han coordinado para registrar los actos violentos contra las mujeres. Si no se tiene la información adecuada, no habrá política que valga o funcione. Y peor aún, si no hay datos, pues no hay feminicidios y, por ende, no hay nada que defender o perseguir, según el caso.

La voluntad política deberá hacerse notar ya. No sacar números y planes cada marzo, o porque lo amerite un discurso. Es importante hacer notar la voluntad política, porque en realidad tenemos que demostrar que en nuestra incipiente democracia, nos interesan los derechos humanos de todos y todas.

Hilda García
Estudio Periodismo en la Universidad Nacional Autónoma de México, obtuvo el grado de Maestría en la Univ. de Miami con el tema de los “Weblogs y la mediamorfosis periodística”.

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